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jueves, 25 de junio de 2015

El cambio tecnológico y sus efectos sobre el capital y el mercado laboral

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Deutsche Bank: "Nos acercamos al mayor cambio visto en generaciones dentro del mercado laboral"

25/06/2015 - 13:23
  • "Los empleados van a ser cada vez menos necesarios en el sistema"
  • "Esta tendencia a largo plazo puede desestabilizar la economía entera"
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"En los países desarrollados estamos acercándonos al mayor cambio visto en generaciones. Por primera vez desde la revolución industrial las nuevas tecnologías están destruyendo más empleo del que van a conseguir crear". Así de contundente expresa Deutsche Bank en un documento el complicado futuro que le espera a la fuerza laboral en los países desarrollados.
El banco germano señala en informe 'Work crisis- a divided tale of labour markets' que "la fuerza laboral va a ser cada vez menos necesaria para mantener y aumentar los niveles de producción. Esto ya está comenzando a ser un factor evidente en varios países que siguen creciendo sin la necesidad de crear empleos y subir salarios. Este profundo cambio conllevará con toda seguridad inmensos cambios económicos e implicaciones sociales". 
Dentro del informe se señala que aunque este cambio pueda ser visto por una parte de la sociedad como una era de bonanza y elevados beneficios empresariales, "a largo plazo puede desestabilizar los mercado y la economía al completo. De hecho, la desaparición del trabajo en unas sociedades que se han basado en el propio trabajo ya no es sólo un problema económico, es un problema social y político mucho más amplio. Es una crisis que afecta a nuestro sistema de valores".

La importancia del capital

Las nuevas tecnologías han desplazado a la fuerza laboral a un lugar secundario dentro del sistema productivo: "La producción se ha vuelto totalmente dependiente del capital (maquinaría, ordenadores, etc.) mientras que el trabajo de los empleados ha perdido su poder, peores condiciones laborales y desempleo son algunas consecuencias". 
"Estas nuevas relaciones explican el bucle en el que nos encontramos, grandes beneficios y salarios estancados. La innovación y las nuevas tecnologías son algo irresistible para los dueños del capital (empresarios). Las empresas compiten por ser más innovadoras, invierten en I+D, sin embargo esta tendencia reduce la dependencia del factor trabajo (empleados) y a su vez erosiona los salarios, mientras que incrementa los beneficios", explica el informe del banco alemán.
Esta dinámica es muy clara en los últimos 50 años, la masa salarial cada vez tiene menos peso dentro de la renta nacional. "Mientras tanto el hueco entre el retorno del capital y de los salarios se ha ensanchado. Sin embargo, el consumo ha seguido aumentando durante estos años y se ha convertido con diferencia en el componente de mayor peso dentro del PIB en los países desarrollados".

La deuda para mantener el consumo

Si los salarios pierden peso, ¿cómo puede crecer el consumo? "El aumento del consumo y el gasto ha sido posible por la explosión del endeudamiento de las familias. El crecimiento de la deuda de los hogares parece seguir una tendencia similar al crecimiento del consumo. La expansión del crédito está siendo el soporte del consumo. Esta tendencia también ha compensado el incremento del coste de la vida. Los créditos comerciales han sustituido las subidas de los salarios, las hipotecas han satisfecho el derecho a poseer una vivienda, los créditos universitarios han sustituido a la educación gratuita, mientras que la sanidad pública está siendo eliminada de forma gradual en favor de los seguros privados".
El la fuerza laboral ha pasado a un segundo plano de la producción es algo que se hace evidente con el final de la crisis económica: "Históricamente la respuesta económica y social en las recuperaciones era coordinada y conjunta. Sin embargo, en esta última recuperación se ha roto esta coordinación. Mientras que el desempleo ha caído con fuerza en muchos países, la producción no logra encontrar el ritmo. Por otro lado, aunque el desempleo haya alcanzado niveles previos a la crisis, el número de trabajadores que tienen un empleo parcial de forma involuntaria se ha disparado". 
Además, durante la crisis el desempleo creció con fuerza y los salarios cayeron, ahora que ha llegado la recuperación, los salarios están estancados y las horas totales de trabajo no logran alcanzar los niveles previos a la recesión, se encuentran estancados, la recuperación social no llega. Para amortiguar estos efectos, "la política debería funcionar con mayor eficacia a través del gasto público".
Para concluir, el informe sentencia que "basándose en las tendencias actuales, los trabajadores menos cualificados tienen un futuro muy complicado. En un entorno de flexibilidad creciente la situación puede desembocar en 'subastas de trabajo', en las que las empresas subastasen horas de trabajo. Sin embargo, los trabajadores con habilidades y formación superior podrán exigir salarios más elevados".
Si la flexibilización de los mercados de trabajo continúa, las empresas podrían comenzar implementar tácticas cortoplacistas: "Pueden ajustar rápidamente sus costes laborales según las condiciones del mercado. En un caso extremo, la demanda de trabajo podría desaparecer por completo (todo el mundo trabajaría para sí mismo). Se trataría de transformar una sociedad de trabajadores en una sociedad de empleadores", en la que las máquinas tendrían el papel fundamental del sistema productivo.