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miércoles, 21 de mayo de 2014

Ciudadanos suizos votan en contra de un aumento del salario mínimo propuesto por los sindicatos.


http://rubenluengas.com/suiza-y-el-salario-minimo/#.U31hldJ5NLV

Suiza y el salario mínimo

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La economía suiza es una de las más prósperas del mundo.
Un reconocimiento afectuoso a todos los maestros, hoy acorralados por el poder económico y el político.
No estamos hablando de Marte ni de las Galaxias. Estamos hablando de un pequeño país, auténticamente federal, con 26 cantones federados y 4 idiomas oficiales, y donde la consulta popular, el plebiscito y el referendo es práctica continua y eficaz (no la mamarrachada de la llamada Ley Federal de Consulta Popular que nos acaban de endilgar hipócritamente en México).
El 18 de mayo, los suizos, o sea todos los ciudadanos (y no la fantasmagórica Comisión Mexicana de Salarios Mínimos, supuestamente integrada de manera tripartita por representantes del gobierno, de los patrones y de los trabajadores ¡háganme el favor!) votaron si aprueban, o no, el aumento del salario mínimo a 4 mil francos suizos al mes, equivalentes a unos 59 mil 400 pesos.
Actualmente el salario mínimo es de 3 mil 400 francos suizos, o sea unos 47 mil pesos mexicanos. En España es de 800 euros mensuales, equivalentes a 14 mil 400 pesos.
Lo curioso fue que los suizos ciudadanos no aprobaron el aumento y optaron por considerar razonable y suficiente para remunerar el factor esfuerzo humano con los 3 mil 200 francos mensuales (mínimos). El 77 por ciento de la población rechazó la moción, que había sido impulsada por los sindicatos y los partidos de izquierda, alegando que el costo de vida de los suizos es uno de los más altos del mundo. Sin embargo, los sondeos previos nunca fueron favorables y el empresariado helvético se esmeró en hacer campaña en contra de la iniciativa, para no verse afectados por sorpresivos resultados en esta clase de referéndum populares como ha sucedido con anterioridad.
En Alemania, en cambio, ya se aprobó que a partir del 2015 el salario será mínimo de 8 euros la hora, o sea 23 mil pesos mexicanos mensuales.
En esos países tienen claro que su mercado interno se sustenta y crece con el ingreso familiar, es decir con el pago adecuado a sus trabajadores, que son los que generan la riqueza.
Aquí en México, como ya se ha dicho en todos los tonos, quieren que el país progrese desangrando a los trabajadores (o sea el 99 por ciento). Desde 1976 a la fecha el poder adquisitivo del salario mínimo se ha reducido a un 23 por ciento; o sea ni con 4 salarios mínimos de 2014 se puede adquirir lo que podía comprar un trabajador con su salario mínimo de 1976.

Desempleo mayor entre grupos medios y de mayor escolaridad, el empresariado se inclina por personas dispuestas a recibir menores salarios.

No es suficiente tener mayor grado escolar, hacen falta mecanismos e incentivos institucionales para mejorar la distribución del excedente entre el capital y el trabajo

http://www.jornada.unam.mx/2014/05/21/politica/014n1pol

Pobres y con menor preparación, los más dispuestos a aceptar bajos sueldos, afirma Loría Díaz
El desempleo, mayor en jóvenes de clases medias o altas y con más estudios: experto
Emir Olivares Alonso
 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de mayo de 2014, p. 14
La desocupación juvenil no es la misma entre los diferentes subgrupos de ese sector poblacional, pues depende del nivel socioeconómico y académico, así como de la experiencia laboral con la que cuenten.
Eduardo Loría Díaz, integrante del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló lo anterior durante la conferenciaCoyuntura económica y mercados laborales, efectuada ayer en esta entidad académica.
El universitario indicó que los jóvenes de 14 a 24 años con menores tasas de desempleo son los de clases populares, con niveles educativos básicos y sin experiencia. Mientras la desocupación laboral se agudiza entre quienes tienen educación media superior o superior, provienen de familias de clases medias o altas y cuentan con cierta experiencia laboral.
Lo anterior responde a que los jóvenes pobres y con niveles académicos bajos están dispuestos a aceptar los bajos sueldos que ofrecen las empresas en el país, dijo.
Al presentar los reportes más recientes del Cempe, Loría Díaz desmenuzó cada una de las variables (académica, socioeconómica y laboral) del desempleo juvenil. En primer lugar explicó que el salario de reserva (definido como el ingreso más bajo que cada persona está dispuesto a aceptar) en muchas ocasiones choca con lo que les ofrecen las empresas.
El académico detalló que los jóvenes de 14 a 24 años de nivel socioeconómico alto, con estudios superiores y experiencia laboral, esperan recibir un salario mayor a quienes son de clases populares, con instrucción básica y nula experiencia en el campo laboral.
La tasa de desocupación es de 9%
La tasa de desocupación juvenil es cercana a 9 por ciento (por lo que duplica a la general). Sin embargo, el porcentaje es variable según los tres aspectos mencionados por Loría Díaz:
Al considerar exclusivamente el nivel socioeconómico de este sector de la población, 5 por ciento son desempleados de clases populares; 65 por ciento de niveles medios, y casi 30 por ciento entre los niveles altos.
En lo referente al nivel educativo –apuntó el académico– la tasa de desempleo entre quienes tienen la primaria incompleta es de 5 por ciento, mientras quienes tienen educación media superior o superior alcanza casi 12 por ciento.
Sobre el empleo informal, los datos dados a conocer por el profesor universitario muestran que este fenómeno laboral se concentra en los jóvenes menores de 24 años y entre los adultos mayores de 60.
Agregó que 25 por ciento de los chicos son de los más desalentados en la sociedad tras no encontrar trabajo con buenos sueldos, por lo que abandonan sus empleos, aunque afirman que podrían regresar en caso de que les ofrezcan mejores salarios.
Si el mercado laboral no es capaz de abrir espacios dignos a los jóvenes menores de 24 años para incorporarlos productivamente a la esfera económica,hay riesgos altísimos de inestabilidad política y social no sólo en México, sino en el mundo, pues se trata de un fenómeno global.

Salarios, empleo y educación en China


http://www.project-syndicate.org/commentary/lee-jong-wha-emphasizes-the-need-for-more-accessible--higher-quality-secondary-and-tertiary-programs

Photo of Lee Jong-Wha

Lee Jong-Wha

Lee Jong-Wha, Professor of Economics and Director of the Asiatic Research Institute at Korea University, served as Chief Economist and Head of the Office of Regional Economic Integration at the Asian Development Bank and was a senior adviser for international economic affairs to former President…

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China’s Education Revolution

BEIJING – Over the last 35 years, China’s strong and sustained output growth – averaging more than 9.5% annually – has driven the miraculous transformation of a rural, command economy into a global economic superpower. In fact, according to the World Bank’s most recent calculation of the purchasing power of aggregate income, China is about to overtake the United States as the world’s largest economy. But, in terms of the quality and sustainability of its growth model, China still has a long way to go.
Despite its remarkable rise, China’s per capita income, at $10,057 (adjusted for purchasing power) in 2011, ranks 99th in the world – roughly one-fifth of US per capita income of $49,782. And reaching high-income status is no easy feat. Indeed, many countries have tried and failed, leaving them in a so-called middle-income trap, in which per capita income levels stagnate before crossing the high-income threshold.
Strong human capital is critical to enable China to escape this fate. But China’s labor force currently lacks the skills needed to support high-tech, high-value industries. Changing this will require comprehensive education reform that expands and improves opportunities for children, while strengthening skills training for adults.
To be sure, over the last four decades, the quality of China’s labor force has improved substantially, which is reflected in impressive gains in educational attainment. Gross enrollment rates at the primary level have surpassed 100% since the 1990’s, while secondary and tertiary enrollment rates reached 87% and 24%, respectively, in 2012. In 2010, more than 70% of Chinese citizens aged 15-64 had received secondary education, compared to about 20% in 1970.
Furthermore, Chinese students perform well in internationally comparable tests. Fifteen-year-olds in Shanghai outperformed students from 65 countries, including 34 OECD countries, in mathematics, science, and reading, according to the Program for International Student Assessment in 2009 and 2012.
China has also benefited from rapid employment growth, with more than seven million workers having entered the workforce each year since 1990. This, together with the massive reallocation of workers from rural to urban areas, has supported the labor-intensive manufacturing industries that have fueled China’s economic rise.
But China’s demographic advantage is diminishing quickly, owing to low fertility rates and population aging. According to the United Nations, by 2030, China’s working-age population (15–59 years old) will have decreased by 67 million from its 2010 level.
Moreover, higher education in China leaves much to be desired, with employer surveys revealing that graduates of upper secondary schools and universities usually lack the required technical knowledge and soft skills. For example, in 2013, more than one-third of the Chinese firms surveyed said that they struggled to recruit skilled workers, with 61% attributing this to a shortage of general employable skills. How, then, can China expect to achieve the export diversification and technological upgrading that it needs to move up the global value chain?
Clearly, China needs to reform its higher-education institutions, including technical and vocational training programs. At the same time, it must expand opportunities for anyone with talent to acquire high-quality secondary and tertiary education, thereby reducing substantial disparities in the accessibility and quality of higher education across regions and social groups. And the children of migrant workers in urban areas must be granted full access to the education system. Such efforts to reduce educational disparities would help to address income inequality – a significant threat to China’s future economic growth.
All of this will require increased public investment in education. As it stands, China’s public investment in education, as a share of GDP, is below international standards across all levels, but especially in senior secondary and tertiary education.
China’s education challenge also extends to quality. Inadequate education is a major driver of rising unemployment among China’s senior secondary and tertiary graduates, not to mention their declining wage premium. This can be remedied through better financing, more effective recruitment and compensation policies, and more decentralized decision-making in school administrations.
Finally, though some evidence suggests that there is an over-supply of university graduates in China, ongoing demographic and sectoral shifts mean that China will encounter a supply deficit of 24 million highly skilled graduates of universities or higher-level vocational schools by 2020. To fill this gap, China must upgrade its fragmented and ineffective technical- and vocational-training programs.
To ensure that its labor force can meet the demands of a rapidly changing economic and technological environment, China must build a more inclusive, higher quality education system. Without it, China may not be the world’s number one economy for lon

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Revolución Educativa de China

BEIJING - Durante los últimos 35 años, fuerte y sostenido crecimiento de la producción de China - con un promedio de más de 9.5% al año - ha impulsado la transformación milagrosa de una economía de comando rural en una superpotencia económica mundial. De hecho, según el Banco Mundial más reciente cálculo del poder de compra del ingreso agregado, China está a punto de superar a Estados Unidos como la economía más grande del mundo. Pero, en términos de la calidad y la sostenibilidad de su modelo de crecimiento, China todavía tiene un largo camino por recorrer.
A pesar de su notable aumento, de China per cápita del ingreso, en $ 10.057 (ajustado por poder adquisitivo) en 2011, ocupa el número 99 en el mundo - aproximadamente una quinta parte de los EE.UU. per cápita ingreso de 49,782 dólares. Y alcanzar el estado de ingresos altos no es tarea fácil. De hecho, muchos países han intentado y han fracasado, lo que les deja en una denominada trampa de ingresos medios , en la que por habitante niveles de ingresos se estancan antes de cruzar el umbral de renta alta.
Capital humano fuerte es fundamental para permitir a China escapar a este destino. Pero la fuerza laboral de China en la actualidad carece de las habilidades necesarias para apoyar de alta tecnología, industrias de alto valor. Cambiando esto requerirá la reforma educativa integral que amplía y mejora las oportunidades para los niños, mientras que el fortalecimiento de la formación profesional para adultos.
Sin duda, en los últimos cuatro decenios, la calidad de la fuerza laboral de China ha mejorado sustancialmente, lo que se refleja en los impresionantes logros en el nivel de instrucción. Las tasas brutas de matrícula en el nivel primario han superado el 100% desde la década de 1990, mientras que las tasas de matrícula secundaria y terciaria alcanzaron el 87% y 24%, respectivamente, en 2012. En 2010, más del 70% de los ciudadanos chinos de 15-64 años habían recibido secundaria la educación, en comparación con aproximadamente el 20% en 1970.
Por otra parte, los estudiantes chinos se desempeñan bien en las pruebas internacionales comparables. De quince años de edad en Shanghai superaron a los estudiantes de 65 países, incluyendo 34 países de la OCDE, en matemáticas, ciencias y lectura, de acuerdo con el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes en 2009 y 2012 .
China también se ha beneficiado del rápido crecimiento del empleo, con más de siete millones de trabajadores que ingresaron a la fuerza laboral cada año desde 1990. Esto, junto con la reasignación masiva de trabajadores procedentes de zonas rurales a zonas urbanas, ha apoyado las industrias manufactureras intensivas en trabajo que han alimentado el ascenso económico de China.
Pero la ventaja demográfica de China está disminuyendo rápidamente, debido a bajas tasas de fecundidad y el envejecimiento de la población. Según las Naciones Unidas, en 2030, la población en edad de trabajar de China (15-59 años) habrá disminuido en 67 millones de dólares desde su nivel de 2010.
Además, la educación superior en China deja mucho que desear, con encuestas de empleadores que revelan que los graduados de las escuelas y universidades de secundaria superior por lo general carecen de los conocimientos técnicos necesarios y las habilidades blandas. Por ejemplo, en 2013, más de un tercio de las empresas chinas encuestadas dijo que ellos lucharon para reclutar trabajadores calificados, con el 61% lo atribuyó a la escasez de habilidades laborales de carácter general. ¿Cómo, entonces, China puede esperar lograr la diversificación de las exportaciones y la modernización tecnológica que necesita para ascender en la cadena de valor global?
Claramente, China necesita reformar sus instituciones de educación superior, incluyendo los programas de formación técnica y profesional. Al mismo tiempo, se debe ampliar las oportunidades para cualquier persona con talento para adquirir la educación secundaria y terciaria de alta calidad, reduciendo así las disparidades sustanciales en la accesibilidad y calidad de la educación superior en todas las regiones y grupos sociales. Y los hijos de los trabajadores migrantes en zonas urbanas deben tener acceso pleno al sistema de educación. Tales esfuerzos para reducir las disparidades educativas ayudarían a hacer frente a la desigualdad de ingresos - una amenaza importante para el futuro crecimiento económico de China.
Todo esto va a requerir una mayor inversión pública en educación. En su forma actual, la inversión pública de China en la educación, como porcentaje del PIB, es debajo de los estándares internacionales en todos los niveles, pero especialmente en la educación secundaria y terciaria de alto nivel.
Reto de la educación de China se extiende también a la calidad. Educación inadecuada es un importante motor de crecimiento del desempleo entre los graduados de alto nivel secundario y terciario de China, por no hablar de su prima salarial en declive. Esto puede remediarse mediante una mejor financiación, las políticas de contratación y compensación más efectivos, y la toma de decisiones más descentralizada en la administración escolar.
Por último, aunque algunas evidencias sugieren que hay una oferta sobre la de los graduados universitarios en China, los cambios demográficos y sectoriales en curso significan que China se encontrará con un déficit de la oferta de 24 millones de graduados altamente calificados de las universidades o escuelas de formación profesional de grado superior para el año 2020. Para llenar este vacío, China debe actualizar sus programas de formación profesional-técnica y fragmentados e ineficaces.
Para asegurarse de que su fuerza de trabajo puede satisfacer las exigencias de un entorno económico y tecnológico que cambia rápidamente, China debe construir un sistema más inclusivo, de mayor calidad de la educación. Sin él, China puede no ser la economía número uno del mundo por mucho tiempo.

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Expectativas de crecimiento del PIB a la baja.según Banxico

http://www.elfinanciero.com.mx/economia/pib-banxico-crecimiento-economico-mexico-perspectiva.html

Banxico reduce perspectiva del PIB 2014 a rango de 2.3 a 3.3%

El banco central disminuyó su previsión de crecimiento de la economía desde el rango previo de 3 a 4 por ciento.
Marcela Ojeda
 12:37 PM Última actualización 01:48 PM
Agustín Carstens
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, dijo que el entorno es favorable para observar una inflación baja en el país. (Tomada de ustream)
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió modificar el intervalo de pronóstico de crecimiento del PIB para 2014, a un rango de entre 2.3 y 3.3 por ciento, desde el nivel previo de entre 3.0 y 4.0 por ciento.

En conferencia de prensa sobre el Informe de Inflación al primer trimestre de 2014, el Gobernador del Banco Central, Agustín Carstens añadió que la perspectiva de Banxico es que la parte más importante de la desaceleración posiblemente ya se dio, por lo que hacia adelante se debería esperar un crecimiento más vigoroso.

"A pesar de esta expectativa, y sobre todo, con los datos del primer trimestre de los que tenemos conocimiento, a pesar de que no tenemos el dato del PIB del primer trimestre, nos sugiere esta revisión en este intervalo en nuestras previsiones".

Dijo que esta disminución se ve reflejada en una reducción en la estimación de creación de empleos, por lo que se generarían este año entre 570 y 670 mil empleos.

Previamente, el banquero central destacó que respecto a la actividad económica, realmente en los últimos meses se ha visto una recuperación en la actividad incipiente.

"Ha sido gradual y quizá ya con los meses se podría decir que esta recuperación está agarrando mayor tracción y esto nos hace esperar la dirección de un mayor crecimiento más acelerado en los meses subsecuentes.

"Ciertamente este viernes tendremos datos definitivos del INEGI y eso obviamente permitirá tener una lectura mucho más clara de la economía mexicana.

"Sin embargo, en el primer trimestre sí es notorio el hecho, por ejemplo, de que la producción industrial se mantuvo relativamente estancada, sobre todo en los primeros meses, siguiendo de alguna manera un bajo crecimiento que venía del año pasado, aunque se ha destacado la recuperación en la industria manufacturera", indicó