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martes, 6 de agosto de 2013

Un comparativo de la aplicacióndel IVA en medicinas y alimentos



http://www.cnnexpansion.com/opinion/2013/08/05/conviene-iva-a-alimentos-y-medicinas

¿Conviene IVA a alimentos y medicinas?

México necesita recaudar más para financiar infraestructura y seguridad, dicen los autores; los países que aplican el impuesto mejoran niveles de recaudación y reducen el impacto económico.

Por: César Catalán y Jesús Ricart | 
Martes, 06 de agosto de 2013 a las 06:00
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CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión) — Cómo se gravan alimentos y medicinas
El régimen fiscal de 75 países miembros de la OCDE, el G-20, la Unión Europea y otros de América Latina privilegia a los impuestos indirectos, de acuerdo con KPMG México. Las naciones aplican una tasa reducida a alimentos y medicinas mejorando los bajos niveles de recaudación fiscal en concepto de Impuesto al Valor Agregado (IVA) y, por otro lado, reduciendo el impacto económico y político de una medida de este tipo sobre la sociedad.
De acuerdo con los resultados del análisis al gravamen sobre la enajenación de alimentos y medicinas, se observa que en la mayoría de los países (66% de la muestra), se gravan de manera efectiva con IVA los alimentos, en algunos casos con la tasa general (25%), en otros con una reducida (41%).
El IVA en América Latina
La situación en los países de América Latina resulta interesante. La muestra revela que 46% de los países de la región grava de alguna forma los alimentos y las medicinas. Lo notable es que la tendencia no es similar a lo que sucede de forma global ya que 31% de los países aplica la tasa reducida del IVA a los alimentos, y sólo 8% de los mismos hacen lo propio con la enajenación de medicamentos.
Por el contrario, sólo en el 15% de los países de la región utiliza la tasa general de IVA para gravar los alimentos. Es interesante que esta tasa general se aplica en 38% de los países que grava la enajenación de medicinas. En síntesis, efectivamente casi la mitad de los países de la región latinoamericana grava este tipo de productos, y de forma muy interesante, una proporción más importante grava con la tasa general la venta de medicinas y mantiene un gravamen bajo en la enajenación de alimentos.
¿A qué tasa gravar alimentos y medicinas?
En el debate correspondiente, el reto también ha sido definir si la enajenación de estos productos debe ser gravada a una tasa general o a una reducida, o bien matizar el esquema apartando una tercera categoría de productos básicos.
El análisis muestra que entre los países que aplican una tasa reducida, que es la mayoría de ellos, la tasa promedio es de 9% para alimentos y de 7% para medicinas. Es decir, que considerando que la muestra incluye países desarrollados, emergentes y en vías de desarrollo, una tasa que se situara entre 7% y 9% estaría dentro de los parámetros aplicables a nivel global.
Por su parte, en el supuesto de los países objeto del estudio que gravan alimentos y medicinas aplicando la tasa general del IVA, el promedio de la misma es de 15% (Japón y Taiwán aparecen con la tasa general más baja, del 5%, mientras que Islandia y Dinamarca aplican las tasas generales más altas, con 26% y 25% respectivamente). En México, como se sabe, la tasa general aplicable es de 16% (salvo en la zona fronteriza donde aplica la tasa de 11%).
El predominio de los impuestos indirectos y su aplicación sobre insumos básicos debe asumirse al menos desde dos puntos de vista. Uno se refiere a las políticas públicas y otro a los aspectos técnicos y las ventajas que representan para la Secretaría de Hacienda y los contribuyentes.
En el primer caso se puede advertir que lo que está sucediendo en México, y también en otros países, es la necesidad de recaudar más para cubrir el financiamiento de proyectos de infraestructura, seguridad, educación, salud y vivienda. El aumento en la recaudación se ha vuelto imperioso debido a nuevos compromisos y la imposibilidad de subir las tasas del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para los contribuyentes cautivos, empresas y personas físicas que no pueden soportar solos la carga impositiva completa de todo un país.
En el caso particular de México, se trataría de incrementar la eficiencia de la recaudación fiscal y, simultáneamente, reducir la dependencia de las cuentas del denominado "ingreso petrolero".
Desde la otra perspectiva, darle prioridad al IVA y gravar a la tasa general o con una diferente los alimentos y medicinas hasta ahora no gravados de forma efectiva, podría representar ventajas para Hacienda, debido a una mayor claridad y simplificación administrativa en la gestión administrativa del impuesto.
*Los autores son socio y director a cargo, respectivamente, del área de impuestos indirectos de KPMG en