La clase media, una de las invenciones más exitosas del Estado de bienestar y de políticas públicas que mantenían un dique entre la riqueza y la pobreza, una especie de punto intermedio que aseguraba la ilusión del equilibrio y la equidad, parece que toca ya la última etapa de su existencia, termina su dominio gracias, en parte, a la radicalización del modelo económico en el que vivimos.
De acuerdo con datos recabados por el economista de la Universidad de California en Berkeley, Emmanuel Saez, y puestos en un gráfico por el Economic Policy Institute, entre 1921 y 2008, el 10% más rico de la población estadounidense y el 90% restante compartían ganancias por igual. Sin embargo, 20 años después, entre 1971 y 2008, el ingreso para el 90% declinó en la misma medida en que aumentó para la minoría privilegiada. En los últimos 25 años del siglo XX, la clase media en Estados Unidos dejó de percibir ganancias, provocando que la generación siguiente tuviera un nivel de vida similar a la que vivió 30 años antes de la Segunda guerra mundial.

Sin duda para los más interesados e incluso con mayores conocimientos técnicos sobre el tema, resultará interesante y revelador echar un vistazo al gráfico interactivo del Economic Policy Institute.
Pero incluso confiando en los datos ofrecidos, resulta claro que nos encontramos en una época en que la desigualdad, fundamento del capitalismo, llegará a extremos inhumanos, un proceso para algunos irreversible hasta que encuentre su propia crisis.
Porque, para pesar de tantos, así es como funciona el capitalismo: buscando y encontrando la manera de superar las contradicciones que le son inherentes.