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martes, 22 de octubre de 2013

Reforma impositiva hacia los alimentos chatarra

http://www.reporteindigo.com/indigonomics/reforma-chatarra

Reforma chatarra

La reforma fiscal propone gravar ciertos alimentos y bebidas de alto contenido calórico para combatir problemas de salud pública, aunque iniciativas así no han sido exitosas en otros países
 
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"Un impuesto sobre las bebidas es inefectivo para combatir un problema tan complejo como la obesidad"
Coca-Cola
Comunicado rechazando la iniciativa de impuesto especial
En el 2011, Dinamarca estableció un impuesto sobre alimentos con altos niveles de grasas saturadas, que un año después derogó por inefectivo
5
Por ciento es el impuesto propuesto para la comida con alto contenido calórico
30
Por ciento de los niños en México padecen de obesidad
152
Personas por cada 100 mil habitantes mueren en México al año por problemas relacionados con la diabetes
Ahora que la reforma fiscal propuesta por el gobierno de Enrique Peña Nieto ha sido aprobada por la Cámara de Diputados, la discusión sobre su contenido se trasladará al Senado. Y en medio de dicha discusión, quizá uno de los puntos más controversiales que aun permanece en la reforma es el imponer nuevos gravámenes a los denominados “alimentos chatarra” y a las bebidas azucaradas con el fin de combatir el serio problema de salud pública que representa la obesidad en México.
Puntualmente, la propuesta de reforma gravaría con un impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) de 5 por ciento a alimentos de alto contenido calórico como frituras, dulces, gelatinas o chocolates, además de aplicar un gravamen de un peso por litro a las bebidas azucaradas como los refrescos, así como a los concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores que contengan cualquier tipo de azúcares añadidas.
La decisión de continuar contemplando esta medida ha levantado protestas por parte de organizaciones representantes de las industrias afectadas, que argumentan que se trata de un impuesto regresivo, discriminatorio, y que no logrará combatir efectivamente el problema de la obesidad.
“Un impuesto sobre las bebidas es inefectivo para combatir un problema tan complejo como la obesidad”, dijo Coca-Cola mediante un comunicado publicado el viernes 18 de octubre. 
“Para cambiar los comportamientos de forma efectiva tenemos que asegurarnos que la gente entienda que cuando se trata del peso todas las calorías cuentan, sin importar la fuente, y eso incluye también a las bebidas calóricas”, agregó la compañía líder en el mercado mexicano de refrescos.
En México, siete de cada 10 adultos mexicanos padecen sobrepreso u obesidad, y entre la población infantil este fenómeno alcanza al 30 por ciento de los niños. 
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que México ya rebasó a Estados Unidos como el país con más sobrepeso entre sus miembros, así como la mayor tasa de mortalidad asociada con diabetes. 
Actualmente en México, por cada 100 mil habitantes hay 152 muertes causadas por diabetes. En comparación, el promedio de la OCDE es de 19 muertes por cada 100 mil habitantes. 
Sin embargo, aunque nadie discute que el problema representa un gran reto para la salud pública, lo que sí se discute es si el utilizar la política fiscal para combatirlo es el mejor camino.
Sin resultados claros
México no es el primer país que intenta combatir un problema de salud a través del aumento de impuestos. Hasta el momento, este tipo de iniciativas no han producido los efectos deseados por los legisladores, por lo que empresarios de la industria temen que la propuesta de Peña Nieto siente un precedente dañino para otros países latinoamericanos.
Uno de los casos más representativos es el de Dinamarca, que en el 2011 estableció un impuesto sobre alimentos con altos niveles de grasas saturadas. 
Después de un año la propuesta fue derogada debido a que, en lugar de cambiar los hábitos alimenticios de las personas, promovió las importaciones clandestinas de estos productos que se podían conseguir más barato en otros lugares. 
Por el contrario, Hungría representa un caso de éxito, pues después de 2 años con un impuesto especial para los alimentos envasados con altos niveles de sal y azúcar, los patrones de consumo de su población parecen estar empezando a cambiar.
De cualquier modo, no hay que perder de vista que en México se impuso un impuesto especial similar desde hace tiempo. Diversos proovedores afirman que el consumo de cigarros no ha sido reducido a pesar de que la cajetilla promedio ha incrementado de 15 a 42 pesos. Asimismo, ese impuesto coincide con el aumento del mercado pirata, al que anteriormente las tabacaleras no tenían que prestar mucha atención.
La industria refresquera y de botanas a nivel mundial sigue de cerca a esta reforma Mexicana, que podría ser el primer paso para que otro países adopten medidas en contra de la obesidad con impuestos, del mismo modo que ha pasado con la tendencia de combatir al cigarro.
El experimento Bloomberg
Uno de los ángulos más inusuales en la disputa que rodea a las actuales propuestas fiscales en México es el involucramiento de Michael Bloomberg, el actual alcalde de Nueva York. Durante su gestión, Bloomberg prohibió la venta de refrescos de medio litro en los restaurantes, cines y puestos de calle de la ciudad con el fin de combatir la obesidad. 
La medida no tuvo los resultados esperados, ya que su diseño arbitrario y limitación de las decisiones de los consumidores fueron percibidas como un exceso por parte de la autoridad. Esto contribuyó a que una corte decidiera eliminar la prohibición.
Pero al parecer Bloomberg no ha dejado la pelea, ya que Bloomberg Philanthropies, la organización que reúne todos sus proyectos caritativos, ha donado 10 millones de dólares a través de los últimos dos años hacia el combate de la obesidad en México. 
Parte de este dinero ha sido destinado a esfuerzos por promover este tipo de impuestos, que la organización califica como una manera de combatir la obesidad.
Entre los beneficiarios de Bloomberg Philanthropies se encuentra la asociación civil El Poder del Consumidor, uno de los proponentes más vocales del gravamen incluido en la reforma fiscal. 
Por su parte, los oponentes de la propuesta han denominado peyorativamente al gravamen como “el impuesto Bloomberg” en algunos de sus espacios publicitarios.
Además de esto, Bloomberg personalmente felicitó al presidente Enrique Peña a través de Twitter en septiembre, cuando se reveló la iniciativa de reforma del ejecutivo federal.