Cayó el rating 15.25% en TV abierta: Ifetel
Al tercer trimestre de 2015, las
empresas de radio y televisión recortaron 14 mil 598 empleos, lo que
representó una disminución de 24 por ciento respecto al mismo periodo
del año anterior. Ello estuvo acompañado por una caída acumulada en el
rating de la tv abierta de 15.25 por ciento desde 2013, debido a que los
televidentes están optando por otros medios, de acuerdo con el Informe
Trimestral Estadístico del Instituto Federal de Telecomunicaciones
(Ifetel).
Por primera vez, el análisis del
instituto ofrece datos sobre rating y número de empleos en la industria
de la radiodifusión. Así, los empleos en la industria de la radio y la
televisión pasaron de 60 mil 796 plantillas laborales en 2014, a 46 mil
171 empleados en el trimestre.
No obstante, a pesar de la caída en el
número de plantillas, los trabajadores de la radiodifusión generan un
Producto Interno Bruto (PIB) más elevado. Así, este sector pasó de
generar 36 mil 719 pesos por empleado en el tercer trimestre de 2010, a
74 mil 222 pesos por empleado en el mismo periodo de 2015, lo que
equivale a un aumento del 103 por ciento en 5 años. Este incremento en
el PIB por empleado está relacionado con una disminución del número de
trabajadores de aproximadamente 50 por ciento, durante el periodo.
En telecomunicaciones, sector que
engloba a las empresas de telefonía y tv de paga, entre otras, los
empleos crecieron de 156 mil 30 plantillas en 2014, a 176 mil 790 en el
tercer trimestre de 2015, un aumento de 13 por ciento.
En otro orden de ideas, el Ifetel
detalla que el rating en tv abierta está cayendo, ya que el consumo de
programas en los canales abiertos bajó en 15.25 por ciento desde el
tercer trimestre de 2013 al mismo periodo de 2015, lo que puede estar
relacionado con un efecto sustitución en el consumo de contenidos por
tipo de canal y esto se confirma con los incrementos en los niveles de
penetración a nivel nacional de TV de paga.
En contraste, el consumo de programas en
canales de TV de paga pasó de 3.46 a 3.89 por ciento en el mismo
periodo de tiempo, lo cual es equivalente a un incremento acumulado del
12.42 por ciento. Así, el rating en tv de paga está creciendo mientras
que en tv abierta va a la baja.
Finalmente el regulador agrega que en
general las personas permanecen frente al televisor un promedio de 5
horas, sin embargo, al desagregar la permanencia por tipo de audiencia
se observa que tanto el nivel socioeconómico con menor nivel de ingreso,
como el segmento de población infantil de 4 a 12 años, son los grupos
donde más ha bajado el índice de permanencia ante la tv, con reducciones
de 23 minutos y 16 minutos, respectivamente, en los últimos tres años.
Noticia relacionada:
http://mediatelecom.com.mx/index.php/radiodifusion/television/item/101274-las-teles-son-los-nuevos-m%C3%B3viles
La televisión ha sido el centro de la
casa desde que nació. Desplazaron a los transistores de radio a una
esquina y se convirtieron en los niños mimados. Pero el nuevo siglo ha
traído a la tele una doble amenaza. Por un lado, los operadores de
telefonía se han hecho con los contenidos y quieren entrar en el negocio
de vender televisores. Por otra parte, los dispositivos móviles se han
convertido en una segunda pantalla (y a veces primera). ¿Cuánto
protagonismo les robarán?
Hace unas semanas se confirmó la noticia
de que Telefónica tendrá los derechos de todo el fútbol para las
próximas tres temporadas. Además, su apuesta para que Movistar+ sea, en
cierto modo, rival de las televisiones generalistas sigue su curso. En
ese escenario, donde el operador azul combina su faceta de teleco y
proveedor de contenidos, ha pensado que ellos mismos podrían vender (o
regalar) sus propias televisiones. Es más, tienen una estrategia que
lleva a una situación donde las teles bien podrían los nuevos móviles.
Esto es que regalen televisores a quienes puedan decidir irse a la
competencia. Todo muy de hace 10 años cuando un móvil era el reclamo
para retener clientes.
En este escenario, los fabricantes de
televisores se han encontrado con un nuevo competidor. ¿O realmente
serán aliados? Por el momento, los otros dos grandes actores del sector,
Orange y Vodafone, no venden sus propias teles, pero sí han entrado en
el negocio, al menos los franceses. La filial de origen galo tiene
acuerdos con Samsung y LG para ofrecer a sus clientes televisores a
mejor precio que en el mercado. Por su parte, Vodafone, de momento no ha
aclarado su estrategia al respecto. Fuentes de la compañía confirman a
SABEMOS que por el momento no se posicionan sobre el asunto. No
adelantan si tendrán ‘marca blanca’ como Movistar, o llegarán a acuerdos
con fabricantes. Pero tarde o temprano tendrán que tomar partido.
En todo caso, no parece haber ningún
tipo de miedo en el sector, compitan de forma directa o no. Nacho Monge,
marketing manager de TV en Samsung, afirma que “como fabricantes
estamos abiertos a colaborar con los operadores de telefonía, y no solo
ellos, sino con prestadores de servicios también”. Parece bastante
confiado por un motivo: “Creemos que puede pasar como en el
mundo del móvil. Se intentaron crear dispositivos de marca propia y no
fue ningún éxito. Sus ventas son realmente cortas”.
El recado a Telefónica, y lo que podría
hacer Vodafone en un futuro, o incluso Orange, es bastante contundente.
Monge cree que el consumidor, al menos en el segmento de televisores,
tiende a comprar “productos de marca”. Además, añade, cree que la oferta
que hay ahora mismo por parte de Movistar “está muy capada”. Asegura
que “alguien cuando quiere un televisor, quiere uno abierto y de gran
pulgada, cuando eso ahora mismo las marcas propias no lo hacen”.
Estas reflexiones son generalizadas dentro de la compañía coreana. Su VP en España, Celestino García, ya contó a SABEMOS sin ningún tipo de miedo, que sus televisores y los de Movistar serían compatibles en el mercado. Ni el menor atisbo de duda en su negocio.
Desde LG también tienen una visión
optimista al respecto. El director de Marketing de Home Entertaiment de
LG España, Miguel Ángel Fernández, cree que “en la medida en que el
mercado de televisión y el consumo de contenidos audiovisuales están
evolucionando, la incorporación de operadores y proveedores en el
mercado de televisión supone una oportunidad para fabricantes y
consumidores”. El responsable de LG pone sobre la mesa que si
realmente las telecos han entrado de lleno en el mundo de los contenidos
es por la gran tecnología que existe para ofrecer esos contenidos.
Por lo tanto, cree que se trata de avanzar con sinergias conjuntas. Así
pues, no piensa que vaya a existir una competencia entre una industria y
la otra.
La falta de miedo en el posible
conflicto parece evidente. El responsable de Sony Electronics, Jesús
Gallego, va un paso más allá y afirma que al igual que la venta de
terminales supuso un crecimiento para operadores y fabricantes, el
ejemplo de las teles se puede extrapolar. Piensa que, más allá de
rivalidad, “que los grandes operadores comercialicen televisores lo que crea es un nuevo canal de distribución.
Así que para un fabricante de televisores esta acción es una buena
noticia ya que abre nuevas posibilidades para que los usuarios puedan
elegir el televisor que mejor se adapta a nuestras necesidades”.
Con esta visión por parte de tres de los
principales fabricantes, no se intuye ninguna partícula de miedo en el
ambiente. Tienen controlada, de momento, la amenaza de la ‘marca blanca’
de Movistar, y viendo como Orange ha recurrido a ellos para meter sus
contenidos en casa de sus clientes, Sony, Samsung y LG tienen la sartén
por el mango. Los operadores han apostado por la televisión y las
ofertas convergentes. Usuarios al que pongan fibra, saben que es más
difícil que se marche. Ahora bien, para ver a Cristiano Ronaldo, Messi y
las series necesitarán de un ‘aparato’. Los fabricantes son consciente
de ello y tienen los brazos abiertos. Igual que los tuvieron un día
cuando tocaba llenar el mercado de móviles.
¿El príncipe móvil quiere destronar al rey?
En un smartphone de 5 pulgadas, o una tablet de 10, se puede ver perfectamente a cualquiera tomando Invernalia en Juego de Tronos.
Aunque eso ya no supone ninguna dificultad, realmente. Por eso, cabe
plantearse hasta qué punto sigue siendo útil un televisor. “Seguirá
siendo el centro del hogar”. Nacho Monge, de Samsung, es muy claro. Cree
que si un consumidor quiere calidad, termina usando un terminal de gran pantalla. Es decir, una televisión.
En este punto los fabricantes arman sus
argumentos con cifras y estudios. Miguel Ángel Fernández, de LG, dice
que la mitad de los jóvenes sigue prefiriendo ver la televisión para el
consumo de contenidos, según un reciente estudio de Havas. Aunque esto
es un arma de doble filo, porque resulta que la otra mitad ya está
buscando otro tipo de alternativas.
Para justiciar la respuesta, argumenta
que el móvil sigue siendo un consumo individual de contenidos, mientras
que el televisor escenifica mejor el carácter social de las personas
para ver cosas en grupo. Con más datos aporreando sus opiniones, Nacho
Monge pone sobre la mesa un estudio que llevaron de forma conjunta junto
a Prisa el año pasado.
Hace referencia al consumo a
través de Yomvi, plataforma de Movistar, en el que a través de móvil la
media de visionado diario era de 3 minutos. En tablets, el consumo medio
era de 25 minutos al día, y por último, en televisión, ascendía a más
de una hora.
Tras estos datos parece oírse un “no hay
más preguntas señoría”. La gente consume contenidos a través de su
dispositivo móvil, pero cuando hay que estar mucho rato delante del
aparato, mejor que sea grande, de calidad y se pueda estar cómodamente
sentado.
El razonamiento desde Sony sigue esta
línea. “El televisor se adapta a las nuevas tendencias, mejora la
calidad, se hace más inteligente y más conectable, más actualizable para
que siempre esté listo para utilizarlo cuando lo necesitemos. Ahí es
donde el sistema operativo del televisor puede ayudar a interactuar de
forma más fácil”. Y es que este punto es muy importante. Que los
contenidos del móvil puedan verse de manera sencilla en la televisión y
viceversa, promueve el adiós a la manera tradicional de ver contenidos.
Ya no hay que esperar a una hora concreta para disfrutar de una película
o una serie. La omnicanalidad, refuerza la sensación de que lo
importante son los contenidos. Sea cual sea el dispositivo final sobre
el que se ven.
¿Valen todas las innovaciones para vender?
Los fabricantes han dejado claro que el
televisor es el rey de los contenidos (y la casa) y, además, no tienen
miedo a la competencia de los operadores. Todo muy lógico, es su
negocio. Ahora bien, ¿están acertando con las innovaciones que llevan a
cabo?
Parece que a medias. Que el negocio de
las televisiones tiene mucho de marketing es una realidad. De lo
contrario no se explicaría que mucha gente quisiera aparatos con 3D
cuando su utilidad es nula. No porque sea mejor o peor, sino porque
quienes desarrollan los contenidos televisivos no han invertido para
ofrecer este tipo de programación.
“El 3D, por ejemplo, ha sido un
problema de la industria. No ha habido buenos contenidos y el usuario ha
rechazado pagar más por que un televisor lleve 3D. Hay una
tendencia de que el 3D en la televisión desaparezca, porque no hay
contenidos de calidad”. ¿Patinazo de la industria? La justificación se
remite a echar balones fueras, aunque en gran medida es cierto.
Jorge Gallego, de Sony, tampoco valida
al 3D como algo imprescindible. De hecho, cree que no se trata de algo
que se desarrolló para el día a día, sino en momento puntuales. ¿Pero
cómo se conjuga crear un aparato de consumo masivo para momentos
eventuales? Desde LG afirman ser de los primero que apostaron por el 3D,
y pese a que hablan de un éxito de ventas, las cifras parecen estar
alejadas de esta sensación.
Otra historia es el UHD (Ultra Hi-Definition),
que este año representará un importante crecimiento con respecto a otro
tipo de televisores. El motivo, como cuenta Nacho Monge, es que la
industria de contenidos sí ha apostado por producir en este formato.
Eso, sumado a la rebaja de precios, provoca que el mercado coja impulso
para 2016.
sin magia para los jjoo
Se estima que este año se venderán
globalmente unos 230 millones de televisores, en el mejor de los caso el
1% menos que el año anterior. Sin duda es un gran alivio si tenemos en
cuenta que en 2015 la caída fue del 7% al pasar de 249 a 232 millones.
No obstante, y pese a los buenos
augurios y el optimismo entre los fabricantes, la realidad es bien
distinta. En los últimos años de Juegos Olímpicos, tanto en 2008 como
2012, el aumento en la venta de televisores se disparó. Además estaba la
Copa de Europa de Fútbol, que también es acicate.
Pero este año no se espera tan magno
crecimiento, y el mercado simplemente espera guardar los muebles.
Demasiada competencia por muchos frentes.